Los resultados extraídos del informe de McKinsey muestran que los compradores de VE esperan una experiencia excelente, pero no están seguros de que el sector esté preparado para satisfacer sus necesidades.
Según señala un reciente estudio de McKinsey, al comprar un vehículo eléctrico (VE), los consumidores buscan una experiencia que vaya en sintonía con las expectativas sobre el coche. Algo emocionante e innovador, pero que también sea fiable y predecible. Esperan poder realizar transacciones online y negociar con una persona de carne y hueso, y siguen considerando fundamental realizar una prueba de conducción, aunque entra en juego el formato virtual. No obstante, la experiencia conjunta debe ser más fluida, personalizada y flexible que hasta ahora.
Para la elaboración del informe se han consultado a más de 4.000 personas de todo el mundo a las que se consultó acerca de la electrificación, la experiencia de compra de automóviles y las innovaciones en la venta de vehículos. Los resultados extraídos muestran que los compradores de VE esperan una experiencia excelente. Sin embargo, no están seguros de que el sector esté preparado para satisfacer sus necesidades.
LA INTENCIÓN DE COMPRA SE INCREMENTA
Tal y como revela la encuesta de McKinsey, se ha incrementado cinco puntos (20 %), el número de consumidores que se plantean comprar un VE. Asimismo, el porcentaje se sitúa en un 22 % si tenemos en cuenta a los consumidores que consideran la opción de adquirir un híbrido enchufable. Otro dato que llama la atención es el descenso del escepticismo respecto a los consumidores que no quieren pasarse a los eléctricos, el cual actualmente se ubica en un 19 %.
CADA VEZ SE SIENTEN MÁS CÓMODOS COMPRANDO POR INTERNET
En un mundo donde el compromiso digital cada vez es mayor, el primer instinto de los consumidores a la hora de plantearse la compra de un coche es recurrir a Internet. Uno de cada tres compradores sostiene que no solo investigará, sino que también comprará por esta vía su próximo coche, citando la sencillez y la rapidez como factores clave.
En China, más de la mitad de los encuestados afirman que comprarían un vehículo por Internet. En otras zonas geográficas, los compradores de eléctricos que prefieren la compra por Internet son la mitad que los que prefieren acudir a los concesionarios.
A pesar del entusiasmo por lo digital, los métodos tradicionales siguen siendo populares. El 44 % de los encuestados destaca que valora la conexión personal y el 40 % la posibilidad de negociar el precio. De hecho, solo el 24 % afirma querer una experiencia totalmente libre de personas físicas.
LA LEALTAD A LA MARCA, A PRUEBA
En tiempos de cambio, los consumidores están más dispuestos a abandonar su lealtad a las firmas, lo que supone un gran reto para las marcas establecidas. Más de la mitad de las personas consultadas afirman que podrían probar una nueva marra cuando den el salto a la electromovilidad.
Por otro lado, solo el 53 % de los consumidores que han comprado un coche en los últimos tres años manifiesta estar muy satisfecho con la experiencia de cliente. Los principales puntos débiles fueron la transparencia de precios, la disponibilidad de vehículos y la complejidad del proceso. Además, a medida que las cadenas de suministro se ponen al día tras la pandemia de la Covid-19, la falta de disponibilidad para realizar pruebas de conducción y los tiempos de espera para le entrega ocupan un lugar destacado en la mente de los usuarios.
Otros problemas apremiantes del sector de los VE, son la falta de opciones para configuraciones personalizadas (33 %), un conjunto más reducido de opciones preconfiguradas (33 %), la oportunidad de cambiar la configuración después de la compra y antes de la entrega (28 %).
LAS PRUEBAS DE CONDUCCIÓN, UN ELEMENTO CLAVE
Pocas personas quieren comprar un coche sin probarlo antes. De hecho, tanto en los vehículos tradicionales como en los eléctricos, el 87 % de los usuarios afirma que quiere probar el coche antes de adquirirlo, cuya proporción se mantiene estable en todos los grupos demográficos y geográficos.
Dada la experiencia diferente que ofrecen los VE y el desconocimiento común de los consumidores sobre este tipo de vehículos, las pruebas de conducción son aún más importantes en este segmento. Entre las razones que aducen para ello están la sensación de rendimiento y manejo (61 %) y la comparación del coche eléctrico con el actual (45 %).
Cabe destacar que los ciudadanos están abiertos a nuevos formatos de prueba de conducción, incluyendo aquellas que se realizan desde casa, alquileres e incluso experiencias virtuales, citadas por el 53 % de los encuestados chinos como una posibilidad. En todo el mundo, el 80 % de los consumidores afirma que pagaría, al menos, 25 dólares, y más de la mitad pagaría hasta 100 dólares por poder probar el coche desde casa.
