La automoción europea ya ha puesto cifras al coste que conlleva adaptarse a la normativa Euro 7.
El coste que le va a suponer a la industria del automóvil en Europa para adaptarse a la propuesta de la norma Euro 7 se sitúa en una horquilla que oscila entre los 20.000 y 35.000 M€, según apunta Luca de Meo, presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).
Dichos costes van atribuidos a los sistemas y pruebas de homologación que necesitarán adaptar los vehículos a la propuesta actual de la normativa, que continúa en debate.
La industria del automóvil de Europa lleva tiempo advirtiendo de la amenaza que supone la propuesta actual de la normativa Euro 7 para el sector. Se ha incidido, incluso, en que puede derivar en el cierre de fábricas.
NO SUPONE UN VALOR AÑADIDO Y ENCARECERÁ EL PRECIO DE LOS VEHÍCULOS
Tal y como está planteada la normativa Euro 7, que se espera que entre en vigor en 2025 para turismos y furgonetas y en 2027 para vehículos pesados, no supone un valor añadido a la industria. Luca De Meo añade que “la aportación a la reducción de las emisiones contaminantes en Europa son residuales”.
Además, se recalca que la aplicación de la versión actual de la normativa provocaría un incremento de alrededor de 2.000 euros en el precio de los vehículos nuevos con motores de combustión. En este contexto, España puede ser más perjudicada que otros países fabricantes del entorno europeo. Esto se debe a que las plantas nacionales se especializan en modelos pequeños y medianos y su demanda es más sensible al precio. Del mismo modo, ACEA alega que el encarecimiento de los vehículos nuevos provocaría que muchas personas se vean obligadas a extender la vida útil de los mismos, lo que tendría un efecto contraproducente para el medioambiente.