Entró en vigor en julio del año pasado para los nuevos modelos, ofreciendo un margen hasta julio de 2024 para su aplicación de carácter obligatorio
El mercado del automóvil está asistiendo a una cadena de valor emergente que se ve influenciada por las regulaciones, la nueva actitud que está tomando el consumidor y el desarrollo tecnológico que azota al sector de forma constante.
El nuevo entorno de la movilidad en Europa tiene la capacidad de transportar personas y bienes de forma rápida, económica y sostenible. No obstante, aparecen diferentes interrogantes para la industria a los que, en ocasiones, resulta difícil dar respuesta. ¿Cómo pueden los fabricantes de vehículos tradicionales ser resilientes en este ecosistema nuevo y cambiante? ¿Qué impacto tendrá sobre la economía y el trabajo la incorporación de nuevas tecnologías en movilidad y seguridad?
LA NUEVA NORMATIVA COMUNITARIA SOBRE SEGURIDAD
La irrupción de una nueva legislación europea está fomentando la consolidación de nuevas soluciones que pueden tener un impacto similar al uso de cinturones de seguridad en la reducción de accidentes de tráfico. La nueva normativa comunitaria sobre seguridad in cabin, pionera a nivel global, es una oportunidad excelente para la potenciación de I+D en el sector.
La directiva europea (EU) 2019/2144 recalca que cualquier categoría de vehículo, incluyendo coches, camiones y autocares, deberá contar con una serie de sistemas de ayuda avanzada, como la monitorización in-cabin en el interior del vehículo, capaces de detectar la somnolencia y el nivel de atención del conductor.
Los nuevos sistemas desarrollados trabajan mediante la integración de sensores que se ubican dentro del propio vehículo: cámaras, radares, algoritmos capaces de procesar datos y otras tecnologías punteras. De este modo, la monitorización acerca un paso más al sector del automóvil a su objetivo de garantizar la seguridad de los conductores y reducir la siniestralidad en carretera.
LA SEGURIDAD: UN OBJETIVO PRIORITARIO PARA LOS FABRICANTES
Esta nueva normativa entró en vigor en julio del año pasado para los nuevos modelos, ofreciendo un margen hasta julio de 2024 para su aplicación de carácter obligatorio. Junto a esta primera fase, existirá una segunda -dos años después-, que incluirá funcionalidades todavía más avanzadas que deberán ser tenidas en cuenta a la hora de que los fabricantes quieran obtener la máxima calificación de cinco estrellas de seguridad concedida por el organismo de referencia a nivel europeo, EuroNCAP.
La llegada de la nueva normativa se convierte en un claro punto de inflexión para el futuro de la movilidad en Europa. El avance de estas herramientas está permitiendo que la innovación se consolide dentro del propio sector de la automoción, volviéndolo más cómodo y seguro. Esto, además, es una excelente oportunidad para renovar el liderazgo de Europa en el mundo del motor. Del mismo modo, el mercado español también puede salir claramente beneficiado al contar con empresas de referencia que están trabajando en los nuevos sistemas de monitorización.