Tras el acuerdo de la UE sobre los objetivos de CO2 (dióxido de carbono) para automóviles y furgonetas, ACEA insta a los responsables políticos europeos a acelerar el paso para implementar las condiciones propicias para una movilidad sin emisiones.
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha instado a los líderes políticos de la Unión Europea (UE) a que recorten el tiempo de desarrollo de la red de recarga para vehículos eléctricos y en la implementación de energías renovables tras la aprobación del veto a la venta de vehículos con motores de combustión a partir de 2035 tras el acuerdo alcanzado entre el Parlamento Europea y el Consejo. “Tras el acuerdo de la UE sobre los objetivos de CO2 (dióxido de carbono) para automóviles y furgonetas, ACEA insta a los responsables políticos europeos a acelerar el paso para implementar las condiciones propicias para una movilidad sin emisiones”, ha destacado este viernes la organización en un comunicado.
El acuerdo alcanzado entre las dos entidades supone la prohibición de comercializar vehículos de combustión, incluido los híbridos, a partir de 2035. Aunque, este pacto todavía necesita el visto bueno de los Veintisiete y del pleno de la Eurocámara para ser adoptado definitivamente. “Esta decisión de gran alcance no tiene precedentes“, ha afirmado el consejero delegado de BMW y presidente de ACEA, Oliver Zipse, que también ha recalcado que con este acuerdo la UE “será la primera y única región del mundo en volverse completamente eléctrica”.
El sector, expectante por las condiciones necesarias para cumplir los objetivos
Sin embargo, ha valorado que en el sector están “ansiosos” por ver reflejadas en las políticas de la UE las “condiciones marco” necesarias para cumplir con los objetivos, en referencia a la necesidad de una “gran cantidad de energía renovable, una red de infraestructura de carga pública y privada sin interrupciones y el acceso a materias primas”.
La entidad ha comunicado su intención de colaborar con las autoridades europeas en el desarrollo de las políticas necesarias para generar un panorama adecuado para el despliegue de los vehículos eléctricos en los países de la UE.
Desde la organización también han incidido en la necesidad de desarrollar cadenas de suministro resilientes en Europa, en especial “cuando se trata de piezas críticas como baterías y materias primas”.
Del mismo modo, han señalado que los precios actuales de los vehículos eléctricos, que no son asequibles para la mayoría de la población corren el peligro de convertirse en un obstáculo mayor, debido a la inflación y a la subida del precio de las baterías.