El grupo francoitaliano STMicroelectronics y el estadounidense GlobalFoundries anunciaron un acuerdo para levantar una nueva planta de semiconductores que generará cerca de 1000 empleos y que tiene previsto que su instalación esté operativa en 2026, en la ciudad francesa de Grenoble.
Europa en un afán de mejorar la independencia en la cadena de suministro, ha dado un empujón para incrementar su peso en la industria de los microchips con un nuevo proyecto en suelo comunitario. Dos firmas de semiconductores, STMicroelectronics y GlobalFoundries, han presentado un proyecto en el que van a construir una megafábrica en Francia, con una inversión de 5.700 millones de euros y financiación pública.
Las dos compañías llevarán una nueva planta de microchips a Crolles, cerca de Grenoble, en un proyecto con una inversión de 5.700 millones de euros que contará con un significante apoyo financiero del Estado francés.
El objetivo de esta iniciativa supone ampliar las instalaciones ya existentes en este emplazamiento con una nueva planta que permitirá aumentar la producción hasta 629.999 obleas de 300 mm. Las nuevas instalaciones de Croelles se repartirán en un 42% para STMicroelectronics y en un 58% para GlobalFoundries donde se ofrecerán más de 1.000 puestos de trabajo ayudando así a mejorar la economía a nivel general.
En cuanto al proceso de fabricación, STMicroelectronics y GlobalFoundries van a crear chips de hasta 18 nanómetros para las industrias de la automoción, Internet de las Cosas (IoT) y aplicaciones móviles. Igualmente, la fábrica ha anunciada que admitirá “varias tecnologías” y cubrirá múltiples variantes, esperando que se sigan obteniendo un gran número de demandas en diversos sectores tecnológicos.
Francia pionera europea en la cadena de suministros
Este anuncio ha sido recibido en el país con mucha alegría y esperanza para la economía francesa, teniendo en cuenta que además, coincide con la llamada cumbre “Choose France” que cada año organiza el presidente francés.
El éxito de esta nueva construcción en Francia se debe a la nueva ley europea de semiconductores y es que ha supuesto el proyecto más importante en términos de volumen de inversión de los 14 que se presentaron en la cumbre que el presidente Emmanuel Macron organizó en Versalles con grandes profesionales de multinacionales, y que totalizan 6.700 millones de euros y más de 4.000 nuevos empleos. Lo que se pretende con este gran avance, es posicionar a Francia como uno de los pocos países que son independientes del exterior de ciertos componentes tecnológicos, algo que ahora solo ocurría en EEUU, Alemania, Japón, Corea del Sur y Taiwán.