El cuero vegano, que es el material escogido, supondrá la reducción de un 85% de CO2 en la etapa de producción de volantes.
El año 2050 es el objetivo del Grupo BMW para alcanzar la neutralidad climática. El primer paso que tanto BMW como MINI han dado en el camino hacia ese objetivo es ofrecer desde 2023, una serie de volantes de cuero vegano.
Un reto nada fácil, como reconoce Uwe Köhler, Jefe de Desarrollo de Carrocería e interior de BMW Group: “Con un volante fabricado con un material de superficie vegana de alta calidad, cumplimos los deseos de nuestros clientes, que no quieren hacer concesiones en cuanto a aspecto, tacto y funcionalidad. El innovador material resiste el desgaste causado por la abrasión, la transpiración y la humedad, y tiene todas las propiedades deseables del cuero“.
Los nuevos volantes tienen una diferencia estética perceptible respecto a los volantes normales de cuero, y es que tienen un efecto de grano que los hace reconocibles.
Reducción de un 85% de CO2 en la producción de volantes
Según el Grupo alemán, este material supone la reducción de un 85% de CO2 en la etapa de producción de volantes, de los cuales el 80% corresponde al gas metano procedente de la cría de ganado, mientras que un 20% procede de la transformación de la piel de vaca, que necesita una numerosa cantidad de energía y agua.
Una medida que se suma a las ya existentes, como las alfombrillas fabricadas con un solo material, evitando la mezcla de elementos que después son difíciles de reciclar. Con ello, BMW ahorra unas 23.000 toneladas de CO2 al año, y 1.600 toneladas de residuos.
Otras alternativas al cuero, que en un futuro se irán imponiendo, son todas con base biológica (45% menos de emisiones que los cueros sintéticos). Algunos de ellos son: MirumTM, con una base 100% biológica, sin petroleo y con la virtud de imitar muy bien el cuero tradicional; y DeserttexTM, hecho con fibras de cactus pulverizadas con una matriz de poliuretano de base.
El camino es largo, y con la introducción de estos nuevos volantes se reducirán a menos de un 1% las materias primas de origen animal.