El banco destaca que el mercado global de VE, tras años de fuerte crecimiento, ha entrado en una nueva fase caracterizada por tensiones geopolíticas globales, la fragilidad económica de China y la disrupción tecnológica impulsada por la IA.
En una nota enviada a sus clientes, los analistas de Morgan Stanley señalaron una posible desaceleración en la adopción global de vehículos eléctricos (VE) durante los próximos 12 a 18 meses, debido a la incertidumbre económica y los desafíos geopolíticos.
El banco sugiere que las alianzas globales, particularmente aquellas que involucren la tecnología de VE de China y el acceso a mercados locales, serán cruciales para superar estos obstáculos y reactivar el impulso en el sector de los vehículos eléctricos.
Morgan Stanley destaca que el mercado global de VE, tras años de fuerte crecimiento, ha entrado en una nueva fase caracterizada por “tensiones geopolíticas globales, la fragilidad económica de China y la disrupción tecnológica impulsada por la inteligencia artificial (IA)”.
Como resultado, se espera una desaceleración en el crecimiento de la penetración global de vehículos eléctricos de batería (VEB), con las previsiones del banco para 2026 reducidas al 17%, en comparación con la estimación anterior del 20%.
En China, donde la adopción de VE ha sido sólida, Morgan Stanley ha reducido su pronóstico de penetración de VEB para 2026 al 31%, citando posibles retrasos en alcanzar la paridad de precios entre vehículos eléctricos y de combustión interna (ICE) debido a barreras comerciales y requisitos de localización.
Los analistas predicen que el crecimiento de los VE comenzará a acelerarse nuevamente en 2027, alcanzando una penetración de VEB del 32% para 2030.
Para enfrentar estos desafíos, Morgan Stanley aboga por “alianzas estratégicas” entre fabricantes de automóviles globales y chinos. Creen que estas alianzas podrían reducir el tiempo de desarrollo de VE globales en un 30% y recortar costos hasta en un 40% en la próxima década.
El banco identifica una oportunidad de inversión de 150.000 millones de dólares en la localización de la producción de vehículos eléctricos chinos en mercados globales para 2030.
Aunque el sentimiento actual del mercado refleja preocupaciones sobre la desaceleración de las ventas de VE, Morgan Stanley cree que futuras colaboraciones transfronterizas podrían aumentar significativamente la cuota de mercado y la rentabilidad de los primeros en moverse en la industria de los vehículos eléctricos.