Países como Alemania o China se plantean mantener los incentivos en el tiempo para fortalecer aún más el mercado de vehículos eléctricos.
Las ayudas desde la Administración han sido la gran solución del sector para potenciar las ventas de vehículos electrificados y avanzar en la transición hacia la descarbonización. Sin embargo, a medida que transcurre el tiempo muchos actores del sector creen que estas subvenciones están dejando de ser válidas. Pero, ¿qué pasará con estos incentivos? ¿Se mantendrán en el tiempo durante los próximos años?
Países como China; donde el mercado de eléctricos ya tiene una gran inercia propia; planteaba que 2022 fuera el último año con ayudas a la electrificación. Una intención que se puede quedar en eso debido a la ralentización de la economía y la crisis de los microchips que está frenando al sector.
Ahora mismo el gran país asiático, según recoge Reuters, está en conversaciones con los fabricantes para extender los subsidios a los vehículos eléctricos (EV) que vencen a finales de este año. El objetivo del Gobierno no es otro que mantener un mercado clave en crecimiento a medida que la economía en general se desacelera.
Desde que comenzaron los subsidios en el país chino en el año 2009, se han entregado unos 100.000 millones de yuanes (14.800 millones de dólares) a compradores, incluidos operadores de flotas comerciales, según una estimación de Shi Ji, analista de Merchants Bank International.
Alemania se plantea duplicar los incentivos
De la misma forma, el Ministerio de Transporte de Alemania planea casi duplicar los subsidios a los coches eléctricos para lograr los objetivos climáticos. De tal forma, la nueva propuesta sugiere que los compradores de coches eléctricos reciban hasta 10.800 euros. En la actualidad, el apoyo del Gobierno llega hasta los 6.000 euros, además de la prima de los fabricantes de automóviles de 3.000 euros.
Como novedad, a partir de la segunda mitad del próximo año, los compradores alemanes tendrán que desechar un automóvil convencional para recibir el apoyo total, según el informe presentado al actual primer ministro.
Según The Driven, las propuestas del ministerio también incluyen otras 50 medidas para acelerar el cambio a la movilidad de bajas emisiones (transporte público, digitalización…).
El ejemplo de Noruega y la nueva normativa de emisiones europea
En el lado contrario se sitúa Noruega. El país nórdico ha estado promoviendo durante años la venta de coches eléctricos gracias a importantes incentivos. Sin embargo, la estrategia ha dado ahora un giro radical. Su Gobierno ha comenzado a aplicar un nuevo plan para eliminar progresivamente los subsidios y normalizar sus ventas.
Así lo señala la nueva normativa que está por aprobarse de forma definitiva en la Eurocámara: apuntan la necesidad de “eliminar el mecanismo de incentivos para vehículos de emisión cero y baja (ZLEV, por sus siglas en inglés)” ya que “ya no cumple con el propósito original”.