Esta constante renovación contribuye significativamente a la reducción de niveles de contaminación, ya que el 100 % de estos vehículos cuenta con etiquetas ambientales, en comparación con el 30 % de los automóviles particulares.
Al concluir este año, se prevé que en España se registrarán 300.000 nuevos vehículos bajo la modalidad de renting, lo que representa un aumento del 17 % si lo comparamos con el ejercicio anterior. Este incremento consolida al renting, cuya adopción no deja de expandirse, como el líder del sector en la recuperación de cifras previas a la pandemia.
Estos datos son motivo de optimismo tanto para la industria como para el medioambiente. El renting, un modelo que implica el alquiler de un automóvil por un periodo de tres a cinco años con una cuota mensual que abarca mantenimiento y seguros, emerge como el sistema más eficaz para impulsar la renovación del envejecido parque automovilístico español.
De promedio, los automóviles en España tienen una antigüedad de 14 años, mientras que los vehículos en régimen de renting apenas alcanzan los dos años. Esta constante renovación contribuye significativamente a la reducción de niveles de contaminación, ya que el 100 % de estos vehículos cuenta con etiquetas ambientales, en comparación con el 30 % de los automóviles particulares.
Esta renovación constante es esencial, puesto que los automóviles sin etiqueta contaminan hasta cuatro veces más. Desafortunadamente, en la actualidad, más del 70 % de los vehículos en España superan los 7 años de antigüedad, en contraste con el 30 % que no llega a ese límite. A pesar de los esfuerzos de la Dirección General de Tráfico (DGT) por revertir esta tendencia, se vislumbra como un desafío a corto plazo.
MEJORA MEDIOAMBIENTAL Y DE LA SEGURIDAD VIAL
En palabras del presidente de la DGT, Pere Navarro, quien compartió sus reflexiones durante la XII Convención de la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER), la “renovación vehicular en España está estrechamente vinculada a la modalidad de alquiler”. En su opinión, el renting se erige como un garante tanto de la mejora medioambiental como de la seguridad vial. Esto se debe, entre otros factores, a que también fomenta el modelo de re-renting, donde los vehículos utilizados durante unos pocos meses vuelven a estar disponibles en el mercado de vehículos de ocasión, estimulando así la economía circular.