Este mercado supone una gran oportunidad para aquellos que puedan satisfacer la demanda de suministro local en Europa y EE.UU.
El mercado de componentes de celdas de batería está experimentando un crecimiento acelerado tanto en Europa como en Estados Unidos, con proyecciones que indican la construcción de más de 200 nuevas fábricas para 2030. Este auge se debe al aumento en la adopción de vehículos eléctricos con batería (BEV), que, aunque no es exponencial, es lo suficientemente significativo como para convertirse en uno de los sectores de más rápido crecimiento en la industria del automóvil.
De hecho, las estimaciones sugieren que el mercado de componentes de celdas, que abarca cátodos, ánodos, separadores, electrolitos y envases de celdas, crecerá a una tasa anual del 19% hasta 2030, alcanzando así un valor de más de 250 mil millones de dólares.
Este crecimiento vertiginoso abre una ventana de oportunidad para proveedores de componentes de celdas, nuevas empresas y participantes emergentes, especialmente en Europa y Estados Unidos. En esta línea, tanto la industria como los gobiernos tienen gran interés en localizar la producción de estos componentes para reducir riesgos en las cadenas de suministro y salvaguardar la propiedad intelectual. No obstante, para aprovechar al máximo esta oportunidad, la producción actual necesitaría aumentar notablemente para garantizar que la oferta satisfaga la demanda esperada para 2030.
Según apunta un reciente estudio de McKinsey, los proveedores de componentes de celdas enfrentan diversos desafíos, incluida la entrada al mercado comercial, la necesidad de financiamiento y la rápida evolución del ecosistema tecnológico. La competencia es fuerte, especialmente en Asia, donde predomina la producción de componentes. Los factores ambientales y regulatorios también representan riesgos potenciales que podrían interrumpir la producción y aumentar los costes, lo que a su vez podría tener impacto sobre la percepción del sector.
UNA INDUSTRIA EN CRECIMIENTO
A pesar de estos desafíos, las empresas que se embarquen en la satisfacción de la demanda de suministro local podrían posicionarse estratégicamente desde el principio, estableciendo una base sólida para el éxito y expandiendo su capacidad productiva.
Un análisis del estado actual del mercado revela que Asia es líder en la producción de componentes de celdas, con una participación significativa en la producción de cátodos, ánodos, separadores y electrolitos. En contraste, Europa y América del Norte tienen una presencia más modesta en este sector, representando solo una fracción de la producción total. Esta discrepancia entre la demanda de componentes de celdas y la producción local señala un claro potencial de crecimiento en estas regiones.
Se espera que los ingresos globales de los componentes básicos de las celdas continúe creciendo a un ritmo del 17% anual hasta 2030. Este crecimiento se verá impulsado por desarrollos tecnológicos, como nuevos materiales de ánodo y electrolitos de estado sólido, que aumentarán la importancia de los componentes de baterías en la cadena de valor de su fabricación.
A medida que Europa y Estados Unidos buscan aumentar su capacidad de producción de celdas de batería, se prevé que Asia expanda sus operaciones hacia estas regiones. Esta tendencia se ve impulsada por legislaciones y políticas gubernamentales que fomentan la localización de la producción de baterías y componentes, así como por la creciente demanda de asociaciones locales y la integración vertical en la fabricación de baterías.
