Adam Bignall dirige dos concesionarios en West Country. Con solo 27 años está especializado en vender a conductores primerizos tras detectar una brecha en el mercado.
Adam Bignall recuerda que fueron muchos los profesores los que dijeron que nunca alcanzaría nada. Una afirmación que, con el tiempo, se ha demostrado que no era real. Este joven de tan solo 27 años es dueño de dos concesionarios en Reino Unido. Plantea abrir un tercero tras haber encontrado el éxito en el mercado de coches de ocasión. ¿Quieres conocer su historia? ¡Sigue leyendo!
En la actualidad, Adam dirige dos concesionarios en West Country. Está especializado en vender coches específicamente a compradores primerizos. Su objetivo es ayudarles a encontrar las mejores ofertas y el seguro más barato. Estos lemas le han traído un rápido crecimiento.
La historia del éxito
El origen de esta historia se remonta al primer trabajo en la industria como comerciante de automóviles usados en un concesionario. Allí Adam descubrió que tenía un don para vender coches. Vendió tres en su primer día y se le ofreció un trabajo de ventas en cuestión de semanas.
Tras pasar por varios concesionarios y perder su empleo por la pandemia, decidió que quería volver a su gran amor: vender coches. Pero no de cualquier forma. También recordó cómo le había costado comprar su primer coche a los 17 años y cómo su única opción había sido encontrar un trabajo con un coche de empresa.
“Debido a que me costó encontrar un coche a un precio asequible cuando empecé a conducir hace tantos años, pensé que podría ser un buen nicho en el mercado“, explica a Car Dealer Magazine.
El funcionamiento de la empresa
Adam explica que en sus concesionarios ayudan a los jóvenes a encontrar coches muy asequibles y les recomiendan empresas para los seguros de los vehículos. Los coches cuentan con una garantía, lo que da tranquilidad y hace que los trámites sean sin complicaciones.
“Al principio puede que no hayamos estado haciendo márgenes importantes, pero nos convertimos en ese lugar al que acudir para los compradores primerizos. Hemos visto un aumento masivo de esos conductores que vienen a nosotros. Hemos cambiado un poco las reglas del juego”.
Un camino lleno de dificultades
Pero no todo ha sido fácil. A Adam le diagnosticaron Asperger después de terminar la Escuela. En su línea de trabajo actual dice que tiene que mantener constantemente notas adhesivas enlucidas alrededor de su oficina por miedo a olvidarse de hacer tareas esenciales. A pesar de ello, este profesional logra sobreponerse a las dificultades que se plantean en el día a día.
Gracias a un esfuerzo constante tiene alrededor de 30 coches a la venta y tiene tres empleados permanentes en los dos concesionarios. Adam dice que pronto buscará enfrentarse a otro socio comercial mientras busca expandirse aún más.