Según los últimos datos presentados por la automoción europea, solo 7 de los 27 países miembros de la UE no ofrecen ayudas a la compra de coches eléctricos.
La descarbonización de la movilidad es uno de los grandes objetivos de la industria de la automoción en el corto plazo. Para ello, el vehículo eléctrico adquiere un papel protagonista en el futuro más cercano. Muchos estados ya han puesto en marcha diferentes incentivos para acelerar la llegada de la movilidad eléctrica. ¿Pero qué ayudas a la compra de vehículos eléctricos existen en la Unión Europea? ¿En qué países son más cuantiosas?
Según desvela la automoción europea, en la actualidad, únicamente 7 de los 27 países miembros de la UE no ofrecen ayudas a la compra de eléctricos. Los estados que no tienen ningún tipo de programa de estas características son: Bélgica, Bulgaria, Chipre, Dinamarca, Letonia, Lituania y Malta.
En el resto de la zona euro, sí se ofrecen bonificaciones fiscales o subvenciones directas. Los países que empujan la movilidad eléctrica, tienen una cuota de mercado mayor. Por ejemplo, Bélgica y Dinamarca disponen de programas de ayuda a la adquisición de modelos eléctricos muy ambiciosos. En estos países los vehículos electrificados suponen el 3,2% y el 4,2% de su mercado interno.
En el caso de España, la cuota de mercado de los eléctricos no supera el 2%. Por su parte, Francia ofrece hasta 7.000 euros por comprar un coche que emita menos de 20 gramos de dióxido de carbono (CO2); y Alemania da hasta 9.000 euros.
Un mercado que no termina de arrancar
A pesar de las ayudas, una encuesta realizada por Auto Trader en enero aseguraba que el 16% de los compradores planeaba optar por un vehículo eléctrico puro en su siguiente compra. Sin embargo, con la llegada de la pandemia ese porcentaje se ha reducido a más de la mitad. En la actualidad, solo el 4% estaba considerando comprar un eléctrico puro.
Entre las razones de este descenso se encuentra la situación económica del país. La entidad anterior indica que el consumidor había decidido no comprar un automóvil eléctrico por un cambio en “sus finanzas personales”. Una quinta parte señaló que estaba preocupado por gastar el dinero dada la perspectiva económica.