La organización hace un llamamiento a los responsables políticos de Europa para aumentar el suministro de metales de energía limpia de origen sostenible.
Rusia es el segundo mayor exportador de petróleo del mundo y Europa es su principal cliente, pero a raíz del conflicto político con Ucrania algunos países como Reino Unido han prohibido las importaciones de este compuesto. Tal y como informa William Todts, director ejecutivo de Transport & Environment (T&E), la solución para esta situación no debería ser buscar otro proveedor de petróleo, sino animar a la transición hacia el vehículo eléctrico.
El níquel y litio son dos metales fundamentales para la fabricación de baterías para vehículos eléctricos. En el estudio llevado a cabo por T&E se extrae que hay suficiente material para producir mundialmente un total de 14 millones de coches eléctricos en 2023. De esta forma, se favorecería el suministro de materias primas de origen sostenible. Además, se apostaría por el ahorro de energía y por la electrificación consiguiendo una alineación con los compromisos climáticos de la UE.
Sin embargo, estas cifras no garantizan el suministro de Europa como el principal mercado de vehículos eléctricos del mundo. Las crecientes ventas de vehículos eléctricos en China y EE. UU. están aumentando la competencia por las materias primas críticas. Ambos países están introduciendo medidas para garantizar el acceso a materias primas clave.
Julia Poliscanova, directora sénior de T&E, explica que “mientras que China y EE.UU. están ejerciendo su fuerza política para asegurar el suministro de metales críticos, los líderes europeos están recorriendo el mundo en busca de más petróleo. Ahora es el momento de centrarse en obtener las materias primas sostenibles que el continente necesita para nuestra independencia energética y un futuro verde”.
El litio, un material clave para la electrificación
Tal es la dependencia del coche eléctrico de este material que, según afirma Credit Suisse en un reciente estudio, la demanda de litio se triplicará hasta 2025. Y no es la única institución que así lo afirma. El Banco Mundial señala que las necesidades de la automoción de este metal se van a multiplicar por cinco para lograr los objetivos de descarbonización previstos para 2050.
El incremento notorio de la demanda traerá consigo un aumento del precio. Este ya es una realidad en China con crecimientos del 313% en el carbonato de litio; y del 68% en el hidróxido de litio en el último año. Según recoge Nius Diario, la entidad bancaria Macquarie indica que “creemos que el mercado del litio se establecerá en un déficit perpetuo en el largo plazo” y también que ese déficit “se incrementará a partir de 2027 de forma destacada”.