El presidente de Faconauto expuso la situación de los concesionarios en una rueda de prensa conjunta del sector de la automoción.
La red de concesionarios españoles está a punto de dejar atrás el 2020. Un año complejo para toda la cadena de valor que ha estado marcado por la crisis sanitaria de la COVID-19. Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, expuso la situación de los distribuidores en la actualidad en la pasada rueda de prensa celebrada con el resto de actores del sector. Allí alertó de la amenaza que supone la subida del impuesto de matriculación y reivindicó las necesidades de los concesionarios para 2021.
“Para la red de concesionarios este año ha sido un año muy duro. Somos intensivos en costes fijos y mano de obra. Generamos 161.500 empleos cualificados y de calidad. En un primer momento, pedimos mantener la calma y el empleo. Ahora es complicado pedir lo segundo debido a la situación actual del sector”, comenzó su intervención.
Una de las razones que ha causado la mala tendencia de la industria del automóvil es el anuncio de la entrada en vigor del nuevo protocolo de emisiones WLTP. “Lamentamos profundamente que se suba el impuesto de matriculación. Se está alejando al coche de las rentas medias y bajas en España. Además, se envejecerá el parque automovilístico y tendremos más emisiones contaminantes”.
Para responder a todos estos desafíos, el presidente de Faconauto pidió una “voz clara” dentro del Gobierno y un plan donde se tengan en cuenta los tiempos. “Existen oportunidades. Los Fondos de Recuperación exigen un plan ya. Tenemos que saber a dónde vamos y cómo. Además, tiene que cesar el ruido ambiental en torno al automóvil”.
Los fallos del Renove y las consecuencias para 2021
Además de lo anterior, Pérez pidió a la Administración Pública que se ponga en marcha un Plan Renove operativo y más sencillo que imite a los que ya funcionaron con los PIVE. “Reclamamos un Plan Renove operativo. El 1 de enero no pueden costar los coches 700 euros más. Se pueden perder 110.000 ventas. El consumidor no puede soportar una subida de impuestos“.
Si nada lo cambia, el impuesto de matriculación se puede llevar por delante más de 16.000 empleos de los concesionarios. “Todos tenemos claro hacia dónde tenemos que ir. Hacia una movilidad conectada, responsable y sostenible. Sin embargo, no coincidimos en la velocidad en la que se implementa este cambio. Hay que proteger el empleo”.