A la hora de atender a un cliente, se deben cuidar al máximo las palabras que vamos a decir para mejorar la comunicación con el comprador y evitar un abandono en su proceso de compra.
Existe un dicho coloquial extendido entre la población que asegura que “en la vida son tan importantes tus palabras, como la forma en que las dices”. La elección de un adjetivo u otro; la pronunciación de una conjunción verbal u otra; todo esto puede marcar la diferencia entre una venta y una huida del comprador. Por eso, hoy en Faconauto enumeramos las expresiones que se deben evitar para ganarnos la confianza del cliente en el concesionario y vender más.
Siempre positivos, nunca negativos
“No hay posibilidad”. “No se puede”. Estas frases están conduciendo a nuestro cliente hacia una predisposición negativa. Puede hacerle creer que no le queremos ayudar desde nuestro concesionario. Por eso, siempre es recomendable evitar el uso de frases negativas mostrando una actitud positiva y de interés en todo el momento.
El consejo es utilizar muletillas como “comprendo” o “le entiendo” para empatizar con el comprador y resolver sus preocupaciones y preguntas.
Evitar que el comprador se sienta atacado
“No me está entendiendo”. “Si me deja que le explique”. En muchas ocasiones, se pueden utilizar frases comunes que pueden ofender al cliente y cambiar su decisión de compra. Por ello, es recomendable actuar con mucha paciencia y hacerles ver que somos nosotros los que no hemos sabido transmitirles bien el mensaje. “Lo siento, creo que no me he explicado bien”.
Expresiones que transmiten inseguridad
“En principio…”. “Creo que…”. Este tipo de expresiones provocan una gran desconfianza en el comprador ya que transmiten la sensación de inseguridad y de que el profesional no está contando toda la verdad. Por ello, el principal consejo en este sentido es tener disponible toda la información relacionada con la venta y mostrarse seguro en el caso de que se tenga alguna duda. “No se preocupe. Voy a verificar la información”.
Perder la paciencia y la perseverancia
“Ya no hay nada que hacer con este cliente”. Si la relación con un cliente se ha quedado en un punto muerto, el vendedor no debe darse por vencido. En muchas ocasiones, intentarlo una vez más puede acabar de lanzar adelante el acuerdo. Por eso, el vendedor debe armarse de mucha paciencia y perseverancia diariamente.