La revista Forbes ha analizado el impacto de esta tendencia cada vez más común y su evolución en los últimos años.
Si los concesionarios y fabricantes europeos ya estaban alerta ante la reacción del mercado tras el impacto de la COVID-19, ahora se suma una nueva preocupación: el mercado chino y su floreciente sector eléctrico. La pregunta que se realiza la revista Forbes es si esta tendencia supone una “amenaza” para la automoción europea. De momento, aseguran que pueden relajarse ya que sus vehículos eléctricos no están teniendo un gran éxito.
Los analistas de la revista esperan que las empresas chinas continúen intentando vender coches eléctricos en Europa. Sin embargo, estiman que no sumarán muchas ventas en los próximos años. El último candidato en probar suerte en el mercado europeo será el MG ZS EV y lo harán a través de una política de precios bastante agresiva.
Esta postura de China viene marcada, según la Agencia Internacional de Energía, por su dominio mundial en el sector de los eléctricos. Supone el mercado de este tipo de propulsión más grande del mundo, con 2,3 millones de vehículos eléctricos en uso activo. Eso es casi la mitad: el 45% del stock mundial.
El hecho de que China sea un mercado tan potente de vehículos eléctricos podría ser la salvación de Europa. Por el momento, la mayoría de los fabricantes del gran país asiático están tratando de satisfacer la demanda local. Esto explica que el asalto de China a Europa esté avanzando a un nivel bajo. Volvo, propiedad de Zhejiang Geely Holding, está avanzando en electrificación. Mientras que Geely también es propietaria de las marcas Polestar Electric y Lynk.
¿Cómo serán los vehículos eléctricos chinos si penetran en Europa?
Según recoge Forbes, será difícil para las empresas chinas competir en Europa debido al coste de establecer nuevas redes de distribuidores y al escepticismo sobre sus productos. Por lo tanto, China tiene pocos incentivos para abrir un nuevo mercado con estos vehículos.
“Creo que será difícil para los chinos. No creo que sus vehículos eléctricos sean mucho más baratos que los europeos y no estoy seguro de que tengan un punto de venta único. Después de todo, el costo de las baterías es muy importante y los costos por kWh serían bastante similares”, explican.