Esta alianza se ha potenciado con el objetivo de contrarrestar los efectos de los aranceles impuestos por EE.UU.
El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que Rusia y China seguirán colaborando en el desarrollo de sus respectivas industrias automotrices para hacer frente a los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos, tal y como recoge La Voz de Galicia.
Estos aranceles varían del 25 al 100% para los vehículos eléctricos, del 25 al 50% para los semiconductores, del 7,5 al 25% para las piezas y baterías de ion-litio, del 0 al 25% para el grafito natural y los imanes, del 25 al 50% para las placas solares, del 0 al 25% para las grúas de barco en tierra, del 0 al 50% para las jeringuillas y agujas y del 0 al 25% para los respiradores y mascarillas. A su vez, la Unión Europea ha abierto una investigación sobre el sector de los vehículos eléctricos del gigante asiático.
“Abrazamos la cooperación con los amigos chinos en el campo de la producción de automóviles, donde las compañías chinas están logrando un éxito claro y muy obvio”, declaró Putin en una conferencia conjunta ante medios chinos y rusos tras reunirse en Pekín con el presidente de China, Xi Jinping. “Continuaremos desarrollando esta cooperación”, añadió, subrayando también “el impacto negativo de varias sanciones y restricciones ilegales” al sector.
MULTIPOLARIZACIÓN DEL SECTOR
El apoyo del líder ruso a la industria automotriz china llega después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, acusara a Pekín de “hacer trampas” y anunciara nuevos aranceles a las importaciones chinas, prometiendo que los vehículos eléctricos del futuro “se fabricarán en Estados Unidos“. El Ministerio de Comercio de China condenó la medida y advirtió que estas nuevas barreras comerciales “afectarán gravemente” la cooperación entre ambas potencias.
Por su parte, la Comisión Europea inició en octubre una investigación antisubsidios sobre las importaciones de vehículos eléctricos chinos para determinar si el sector se beneficia de ayudas ilegales y si esto puede causar perjuicio económico a los fabricantes de la UE.
En febrero de 2022, poco antes del comienzo de la guerra en Ucrania, Xi Jinping y Putin proclamaron en Pekín una “amistad sin límites”. Desde entonces, han defendido que su relación “no amenaza a ningún país” y que “hace avanzar la multipolarización del mundo” en contraposición con la “hegemonía” estadounidense.
La última vez que Xi Jinping y Vladimir Putin se vieron fue en marzo del año pasado en Moscú. Entonces, el líder chino se despidió asegurando que se acercan cambios «no vistos en cien años» y que ellos los están “liderando”.