Los avances tecnológicos no van ligados a la supresión de las personas físicas de los procesos automovilísticos, sino que pueden servir como una herramienta facilitadora de las tareas.
La industria de automóvil lleva experimentando numerosos avances desde hace años. La movilidad sin emisiones, los coches conectados y los vehículos autónomos son algunas de las tecnologías que han irrumpido con fuerza para redefinir el modelo de transporte que conocíamos hasta ahora.
A esta ecuación se ha sumado un nuevo elemento: la inteligencia artificial (IA), muy útil a la hora de responder a preguntas de los clientes, personalizar y automatizar contenidos de marketing y gestionar leads, entre otras tareas. De este modo, queda claro que la IA se está integrando cada vez más en el sector del automóvil para ayudar a los concesionarios e impulsar su eficiencia.
EL INNEGABLE PAPEL DE LOS CONCESIONARIOS
Cabe destacar que los avances tecnológicos no van ligados a la supresión de las personas físicas de los procesos automovilísticos. Pueden servir como una herramienta facilitadora de las tareas, teniendo una primera toma de contacto con los clientes, cuyo trabajo después será completado por los trabajadores.
Las ventas de automóviles se basan en el contacto personal y la creación de relaciones personales y de confianza con los clientes. Tal y como señalan desde Autovista Group, “para transacciones grandes e importantes, los clientes buscan probar el coche en primera persona, en lugar de fiarse únicamente en la información recogida en Internet”. Esto confirma que ni la IA ni la tecnología pueden ser sustitutas de los concesionarios.
EL IMPULSO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Johan Sundstrand, CEO de Phyron, explica que “la inteligencia artificial está avanzando a pasos agigantados, incluso las tecnologías que vemos hoy en día y que aún son experimentales se convertirán en estándar dentro de unos años”. Asimismo, el director general también comentaba que “este tipo de inteligencia ofrece numerosas ventajas, como la mejora de la eficiencia y la personalización, aunque los seres humanos siguen siendo necesarios. No cabe duda de que la interacción humana es fundamental para cerrar tratos y forjar relaciones con los clientes”.
Hace años la fabricación de automóviles era únicamente tarea de las personas. Sin embargo, “ahora las personas y los robots trabajan codo a codo a la perfección en las líneas de producción, lo cual se podrá extrapolar a la venta de automóviles, donde los humanos y la inteligencia artificial trabajarán en tándem para garantizar que el cliente se lleve el coche adecuado, mediante el mejor método de compra y con el respaldo de un buen servicio“.
PRESENTE EN DIFERENTES ÁREAS DE NEGOCIO
A su vez, diferentes expertos inciden en que la IA no solo puede influir en el área de ventas, sino también en la revisión y el mantenimiento predictivos. Este tipo de tecnología podría ser útil a la hora de elaborar calendarios precisos basados en las necesidades de cada usuario y que los proveedores puedan anticiparse.
No obstante, existe un obstáculo innegable: conseguir suficientes datos y expertos tecnológicos que creen estos sistemas de IA. “Hay que tener en cuenta diferentes consideraciones éticas para garantizar la privacidad de los datos y cuidar la colaboración entre humanos y tecnología. Fomentar la formación tecnológica sería un buen punto de partida para muchas personas”, concluye Sundstrand.