Los registros de matriculación de vehículos constituyen una de las fuentes más precisas para entender el pulso del mercado automovilístico. Más allá de las cifras, reflejan el equilibrio entre oferta y demanda, los cambios tecnológicos y el impacto de los grandes acontecimientos económicos.
Cada mes, las autoridades de tráfico publican el número de vehículos que se incorporan al parque. A simple vista puede parecer una lista de números, pero para los analistas es una herramienta clave.
Las matriculaciones no equivalen a ventas, sino a vehículos efectivamente entregados y documentados, lo que evita distorsiones derivadas de pedidos cancelados o retrasados.
Este criterio permite seguir la pista al vehículo físico, no a la intención de compra, y ofrece una imagen más precisa del ritmo real de entrada de nuevas unidades al mercado.
Además, este registro tiene valor medioambiental: al diferenciar entre modelos de combustión, híbridos y eléctricos, ayuda a medir la evolución tecnológica y ecológica del parque.
De la era del diésel al auge eléctrico
Durante años, el diésel dominó el mercado europeo. En 2016 llegó a representar casi la mitad de las matriculaciones (49,5%), pero el cambio regulatorio y el impacto del Dieselgate provocaron su desplome.
A finales de 2023, su cuota apenas alcanzaba el 13,6%, mientras que los vehículos eléctricos de batería e híbridos ocupaban el espacio dejado por los motores de gasóleo.
Cómo afectan los factores externos
Las matriculaciones reflejan con rapidez las tensiones externas. La pandemia de COVID-19, la crisis de semiconductores y la guerra de Ucrania paralizaron la producción y alteraron la cadena de suministro.
El bloqueo del Canal de Suez o la escasez de componentes electrónicos alargaron los plazos de entrega: algunos vehículos eléctricos llegaron a acumular esperas de hasta 18 meses.
Cuando el suministro se normalizó a finales de 2022, las entregas pendientes se liberaron, provocando un repunte sostenido de matriculaciones durante varios meses. Este efecto demuestra cómo la logística y la industria están directamente reflejadas en las estadísticas.
El papel de los incentivos
La expansión del vehículo eléctrico ha ido de la mano de los programas de apoyo público. Pero a medida que los mercados maduran, los gobiernos revisan o eliminan estas ayudas.
Reino Unido y Alemania retiraron sus subvenciones, mientras que otros países ajustaron los requisitos o redujeron el presupuesto disponible.
Cuando se anuncian estos plazos, los compradores suelen adelantar sus pedidos, generando un pico artificial de matriculaciones justo antes del cierre de las ayudas.
Efecto de “atracción hacia adelante”
El caso alemán lo ilustra bien. En agosto de 2023, antes del fin de los incentivos, los eléctricos de batería alcanzaron un 37,7% de cuota de mercado, por encima de la gasolina (31,7%).
Solo un mes después, con las ayudas ya canceladas, el mercado eléctrico cayó un 28,6% interanual, hasta el 14,1%, arrastrando el conjunto del mercado.
Estos movimientos muestran cómo los datos de matriculación permiten anticipar tendencias y prever periodos de crecimiento o contracción del mercado.
El seguimiento de las matriculaciones mensuales ofrece una visión inmediata del comportamiento del mercado y de su respuesta a las condiciones económicas, regulatorias y tecnológicas.
Para la industria, son algo más que estadísticas: son la hoja de ruta que anticipa la dirección del sector, señalando con claridad cuándo se acelera o cuándo se frena la transición hacia una movilidad más eficiente y sostenible.


