Los diputados se pronunciarán sobre una proposición de Ley que regula las relaciones entre fabricantes y distribuidores, con importantes aspectos a debatir.
Crece la presión para establecer relaciones contractuales equilibradas entre fabricantes y distribuidores en Francia, así lo informa el diario Le Journal de L’Automobile. Tras un primer intento del diputado Yannic Favennec (Grupo Horizons) y otro posterior de Jean-Pierre Taite (Grupo Les Républicains, LR, con 13 cofirmantes), ahora le toca al Grupo Renaissance, a través de Huguette Tiegna (diputada por Lot, departamento del sur del país), presentar un nuevo proyecto de Ley para reformar las relaciones contractuales entre fabricantes y distribuidores.
LOS ELEMENTOS DE FRACTURA ENTRE FABRICANTES Y DISTRIBUIDORES
“Hay dos cuestiones que me preocupan y que me llevan a presentar esta proposición de Ley. En primer lugar, están los problemas que plantea la transferencia de la actividad del distribuidor (fondo de comercio), que requiere la aprobación del fabricante. Además, no hay que olvidar que en las zonas rurales prevalece el vínculo directo entre el concesionario y el consumidor, y no la venta en línea, como quieren hacer ver algunos fabricantes. Esta relación histórica que existe y debe preservarse”, explicó la diputada.
En ella se establece que “el proveedor no podrá exigir al distribuidor o reparador que realice inversiones sustanciales o que establezca una nueva instalación de venta o servicio sin justificar el carácter razonable de sus exigencias”. Pero también que “el contrato de distribución debe prever el derecho del distribuidor o reparador a ceder todos sus derechos y obligaciones a cualquier persona de su elección que responda a criterios objetivos y razonables”.
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Estas reivindicaciones no son recientes ya que, en 2014, Mobilians, entonces conocida como CNPA (Conseil National des Professions de l’Automobile), ya hacía campaña por un estatuto del distribuidor y, en concreto, por la libertad de traspaso de los distribuidores. Pero los diputados nunca lo han asumido. Una situación que la asociación lamenta. “Buscamos establecer una relación de partenariado. Si hoy tuviéramos un texto nacional, no estaríamos en una relación tan desequilibrada”, dijo Xavier Horent, delegado general de Mobilians.
De hecho, la labor de presión de la asociación en los últimos años, y en particular durante los periodos de confinamiento relacionados con la COVID-19, han puesto de relieve ante el Gobierno y los parlamentarios la importancia de los operadores de los servicios de automoción. “El Gobierno actual se ha dado cuenta de que el centro de gravedad se ha desplazado a los servicios y de que es esencial preservar el empleo local”, prosigue el delegado general de Mobilians.
LOS EJEMPLOS DE RELACIONES EN EUROPA
Es cierto que los distribuidores franceses también pueden ampararse en la existencia de leyes en otros países europeos que protegen más a sus colegas distribuidores. En Bélgica, por ejemplo, una ley de 27 de julio de 1961 garantiza al distribuidor el derecho a reclamar una indemnización justa en caso de rescisión de un contrato sin justificación clara, la recuperación de existencias, el reembolso de las inversiones realizadas a petición del fabricante, así como el pago de las indemnizaciones que deben abonarse a los empleados despedidos.
En Luxemburgo, los acuerdos de distribución sólo pueden rescindirse con un preaviso de dos años y la rescisión debe estar justificada. Este cese incluye el reembolso del coste de las inversiones que no se hayan amortizado o no puedan reutilizarse. Además, la legislación del país reconoce la posibilidad de que los distribuidores cedan sus derechos a otro profesional.
En Austria, la libertad de cesión se contempla en la ley y las condiciones de remuneración de las intervenciones en garantía deben respetar los intereses de fabricantes y distribuidores.
En Italia, desde agosto de 2022, el fabricante está obligado a compensar las inversiones no amortizadas. Incluso en Estados Unidos, el despido debe estar justificado, llevarse a cabo con un tiempo mínimo de preaviso y ofrecer una indemnización justa.
“Parece que los poderes públicos están más en sintonía con estas preocupaciones”, según el citado experto. “El contexto ha cambiado y los distribuidores han demostrado que el sistema es resistente en un entorno de mercado muy complejo. Este tipo de reivindicaciones empiezan a llamar la atención del ejecutivo”.
LOS DATOS ENTRAN EN JUEGO
La principal novedad que ha entrado en el debate es la transferencia de datos de los clientes. Esto podría inclinar la balanza a favor de los distribuidores. El proyecto de ley de la diputada de Lot establece que “la transferencia de datos de clientes y posibles clientes, que es un elemento fundamental del negocio de los distribuidores, no puede ser impuesta por el fabricante sin un marco legal y sin prever una contrapartida económica para los distribuidores”.
Para Huguette Tiegna, sin esta aclaración, la ley de protección de datos podría quedar en entredicho. Al parecer, en París se está debatiendo un nuevo marco entre fabricantes y distribuidores. Si fracasa, el proyecto será archivado.