El precio de los vehículos nuevos de motor de combustión interna ha subido más de un 40 % en los últimos 5 años, según un estudio de la OCU.
La subida de precios también ha tenido su impacto en la industria del automóvil. Un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), revela que el precio de los coches de combustión se ha incrementado un 40 % entre 2018 y 2023. Este porcentaje supera con creces al IPC de ese período, que se sitúa en un 15,3 %.
Llama la atención que esta subida no se haya producido únicamente en los modelos más lujosos, sino que también se ha hecho notar en los vehículos más económicos. De este modo, comprar un coche nuevo en España por debajo de la horquilla de los 10.000 euros ya no es factible.
LOS MAYORES INCREMENTOS SE LOS LLEVAN LOS COCHES DE COMBUSTIÓN
El mencionado informe pone el foco en la subida de precios de los coches con motores tradicionales, puesto que son los que mayores incrementos han sufrido. En cuanto a las motorizaciones híbridas han podido contener el incremento exacerbado de precio. Sin embargo, los eléctricos han registrado una bajada de precio del 6 %. Para calcular dicho porcentaje se ha tomado como referencia el modelo más barato del 2018 y del 2023.
LA ESPIRAL INFLACIONISTA
La perspectiva de futuro para el consumidor no es buena. La inflación también ha afectado negativamente al sector de la automoción. Las subidas del precio de la energía, el gas y la electricidad derivan en que producir coches resulte más caro. De hecho, en 2021 fabricar un vehículo en España era un 6 % más barato respecto a 2022. El encarecimiento de las materias primas, como el acero, vidrio o caucho, ha hecho mella en el sector, provocando que los fabricantes de componentes también se vean obligados a incrementar precios.
Asimismo, el aumento del coste de los coches nuevos está correlacionado con el esfuerzo tecnológico al que están viéndose sometidos los fabricantes para acelerar la exigencia de descarbonización de Bruselas. A ello, hay que sumarle la falta de stock debida a la crisis de los semiconductores.
