La transformación del transporte y los centros logísticos exige una nueva generación de camiones más sostenibles, automatizados y versátiles
El pulso de la economía se mide, cada vez más, por el ritmo de la cadena logística. En un escenario global donde la velocidad, la resiliencia y la sostenibilidad son valores estratégicos, el sector del vehículo industrial se encuentra ante un punto de inflexión. Según el informe “Tendencias Industrial y Logístico 2025” elaborado por CBRE España, la transformación estructural del transporte y del almacenamiento está generando presiones inéditas sobre el diseño, la capacidad y el ciclo de vida de los vehículos industriales.
La automatización de almacenes, el auge del e-commerce y la hipersegmentación de los flujos de mercancías —tanto en última milla como en transporte pesado— están impulsando una demanda clara: vehículos industriales más adaptables, conectados y eficientes. El modelo tradicional de camión, pensado para rutas largas y cargas homogéneas, pierde terreno ante la necesidad de configuraciones modulares, plataformas tecnológicas integradas y sistemas de reparto inteligentes.
El concesionario especializado se convierte así en un actor clave para anticipar esta transformación. Ya no se trata solo de vender camiones, sino de ofrecer soluciones logísticas sobre ruedas, que conecten el ecosistema físico (plataformas, rutas, almacenes) con el digital (software de gestión, IoT, inteligencia artificial).
Entre las tendencias más destacadas del informe de CBRE:
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Consolidación de la logística urbana y regional, lo que favorece la expansión de flotas ligeras y eléctricas, capaces de operar en entornos urbanos con restricciones medioambientales.
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Hiperautomatización de los centros logísticos, que requiere vehículos sincronizados con sistemas de entrega y recepción sin contacto humano, generando oportunidades para camiones con sistemas autónomos o asistidos.
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Concentración de hubs intermodales en zonas metropolitanas, lo que demanda vehículos con elevada maniobrabilidad, baja huella de carbono y ciclos de mantenimiento optimizados.
Todo ello tiene un impacto directo en la posventa del vehículo industrial: se requiere una red de mantenimiento más ágil, capaz de responder a nuevas tecnologías, garantizar compatibilidades electrónicas y ofrecer soporte predictivo mediante plataformas conectadas.
La pregunta no es si el concesionario debe adaptarse, sino con qué velocidad puede hacerlo. La logística de 2025 no esperará a nadie. Las decisiones de inversión, formación y alianzas estratégicas que se tomen hoy definirán qué operadores estarán en disposición de capitalizar este giro estructural.
Porque en la nueva era de la movilidad industrial, el camión es mucho más que un vehículo: es una herramienta logística inteligente, integrada en un sistema que premia la agilidad, la tecnología y la visión de futuro.