El pasado mayo, MotorK participó en el Automotive Dealer Day, el mayor evento de profesionales de la automoción en Italia, donde impartieron una ponencia sobre el tema de la Inteligencia Artificial.
En el último año, las conversaciones tecnológicas se han centrado en el desarrollo de la inteligencia artificial y sus nuevas aplicaciones. No es una sorpresa, ¿verdad? Como suele suceder con las disrupciones, la inteligencia artificial ha generado sentimientos encontrados: desde los “super entusiastas” hasta los “super escépticos”, y muchos matices intermedios. Y, aún así, todos se han subido al “carro de la IA”, a veces etiquetando como IA soluciones que simplemente añaden algunas funciones inteligentes, pero sin ser realmente inteligencia artificial.
Entre el auge de aplicaciones supuestamente basadas en IA, que en realidad aportan un valor limitado, y el sentimiento de inminente catástrofe que difunden quienes creen que los robots harán que los humanos sean prescindibles, no podemos evitar preguntarnos: ¿Está cerca el apocalipsis de la IA?
Una inteligencia sin igual que debe ser bien aprovechada
Estudios recientes han demostrado que la IA puede superar a la inteligencia humana en tareas específicas, especialmente aquellas que implican iteraciones recurrentes y el análisis de grandes conjuntos de datos. ¿Te imaginas de cuántas maneras podría mejorar nuestras vidas? Y no solo en el ámbito laboral, sino también en aplicaciones que apoyen nuestros esfuerzos medioambientales, impulsen la investigación médica o fomenten una sociedad más inclusiva. O, si aún no estás listo para pensar a lo grande, piensa en aplicaciones que puedan llevar la cerveza perfecta a tu mesa o el pintalabios ideal a tu tocador.
¿Y qué pasa con los distribuidores de automoción?
Puedo señalar al menos cinco áreas en las que la inteligencia artificial puede mejorar la experiencia en automoción, con beneficios tanto para los concesionarios como para los clientes finales:
- Personalización de la experiencia del cliente
- Seguimiento inmediato y soporte continuo 24/7
- Gestión eficiente del stock y su promoción
- Marketing personalizado a gran escala, centrado en campañas predictivas para la posventa
- Eficiencia operativa
En MotorK Tech Labs llevamos más de un año investigando soluciones basadas en IA, diseñadas específicamente para los distribuidores de automoción. Recientemente hemos lanzado algunos add-ons a nuestras soluciones ya existentes, y productos completamente nuevos que han generado gran entusiasmo entre nuestros clientes. La gran ventaja es que resuelven problemas reales y aportan un valor tangible a los procesos de los concesionarios, no se trata solo de logros técnicos.
En la realidad omnicanal actual, los concesionarios se enfrentan a dos grandes retos:
- Recrear digitalmente la experiencia de visitar la sala de exposición.
- Captar y convertir leads en Internet.
Es imprescindible adoptar un enfoque basado en datos para entender las necesidades y los comportamientos individuales a gran escala: el enfoque de “talla única” ya no funciona, ya que más de dos tercios de los clientes esperan recibir ofertas personalizadas de las marcas, y consideran spam todo lo que no esté hecho a su medida.
Hasta hace poco, los profesionales del marketing podían conformarse con comunicaciones semi-personalizadas, basadas en unos pocos campos dinámicos. Sin embargo, este enfoque ya no es eficaz, y aquí es precisamente donde puede entrar en juego la inteligencia artificial. Gracias a su capacidad de analizar de manera eficiente todas las fuentes de datos y convertir la información en ideas significativas, la IA proporciona un conocimiento sin precedentes de los clientes. Esto permite a los especialistas del marketing, o a los concesionarios en nuestro caso, orientar con precisión su propuesta de valor. Este enfoque puede aplicarse desde las primeras etapas del recorrido del cliente, en la fase de descubrimiento e investigación, hasta la posventa, utilizando tecnología predictiva.
Respondiendo a la pregunta, el apocalípsis de la IA no está cerca, siempre y cuando exploremos formas de crear un equilibrio saludable entre la inteligencia humana y la artificial, y nos centremos en su potencial aún no explotado. No niego que hay implicaciones éticas relevantes asociadas a la IA que deben ser consideradas. Sin embargo, esto no debería impedirnos aprovecharla como un ‘superpoder’. Si lo pensamos bien, no es la primera vez (y no será la última) que hemos enfrentado predicciones más o menos apocalípticas.