Un gran porcentaje confía en que los coches eléctricos reduzcan su coste hasta 2030, equiparándose al de los vehículos de combustión.
Según una encuesta realizada en la última edición del Global Automotive Executive Survey, y elaborada por la consultora KPMG, se ha preguntado sobre la situación actual del sector de la automoción a más de 900 directivos de la industria.
Los ejecutivos encuestados esperan que las ventas de vehículos cero emisiones en Europa se posicionen en el 24 % hasta el año 2030, lo cual supone una disminución notable respecto a las previsiones que se recogieron en el ejercicio del año anterior. Dicha reducción no es únicamente aplicable al mercado europeo, sino que se puede extrapolar a todas las regiones y países analizados en el estudio, sobre todo en India y Brasil.
EL CRECIMIENTO DE LA MOVILIDAD SOSTENIBLE
Un 77 % de los directivos europeos que han participado en la encuesta sostiene que se producirá una excelente adopción de los vehículos eléctricos sin necesidad de apoyo de los gobiernos. Para ello, los fabricantes, distribuidores y comercializadores de los coches cero emisiones juegan un papel vital dentro de un ecosistema que está en pleno desarrollo.
En contexto donde la problemática medioambiental cada vez adquiere mayor peso, el 70 % de los directivos manifiestan que las cuestiones vinculadas con las emisiones y la movilidad sostenible son decisivas en cuanto a la decisión final del consumidor en la compra de un vehículo.
No obstante, no todo son buenas noticias, puesto que la escasez de distribución de la infraestructura de carga para vehículos eléctricos dentro de Europa es uno de los obstáculos más grandes a la hora de conseguir que se incorporen de manera orgánica dentro del continente, según los encuestados.
ESPERANZA EN LA RENTABILIDAD
Las perspectivas en la rentabilidad del 80 % de los participantes en la encuesta son alentadoras, casi el doble que en la edición pasada. Pese a estas cifras, un 75 % considera que su negocio se verá negativamente afectado por los elevados tipos de interés, además de los precios de la energía y la tasa de inflación a la que se ha sometido al mercado desde hace meses.
Analizando los resultados del documento de KPMG se puede observar la clara predisposición de las empresas del sector por aumentar sus inversiones directas en proveedores, reubicar la producción y otras cuestiones que son decisivas a la hora de minimizar los inconvenientes que tanto preocupan a la industria.
