Así lo desvela una investigación recogida por Car Dealer Magazine que compara una encuesta realizada en el 2019 con datos del año actual.
Durante el período de confinamiento domiciliario, los concesionarios descubrieron la importancia de disponer de un potente canal digital. El proceso de compra de un vehículo se convirtió en online y fueron muchos los consumidores los cuales descubrieron una nueva forma de realizar su adquisición. Así lo asegura una encuesta publicada por Car Dealer Magazine que asegura que crecen los interesados en comprar un coche de forma online al tiempo que disminuyen las barreras para el cliente.
Su investigación revela que la cantidad de compradores dispuestos a completar la compra de un vehículo puramente de forma online es ahora del 41%. Son 4 puntos porcentuales más que hace un año. El porcentaje anterior se eleva al 61% si el concesionario envía al cliente el coche a su casa y se ofrece la opción de tener 7 días para devolver el vehículo.
Aunque se trata de aumentos marginales, las cifras muestran que el arduo trabajo de los concesionarios en digitalización merece la pena. La investigación también descubrió qué tareas prefiere realizar de forma online y fuera del concesionario el comprador de vehículos. Se señalan algunas como la verificación de disponibilidad, la exploración de financiación, la organización de la entrega y la recogida del vehículo; o la negociación del precio.
Pero, ¿qué sigue frenando a los clientes en la actualidad para comprar un coche por Internet? Las barreras para comprar un automóvil de forma online persisten aunque también están disminuyendo. “Lo que impide que las personas compren un coche online son, especialmente, puntos emocionales: querer tocar, sentir y mirar el coche, así como querer conducirlo. Si es un automóvil usado, la gente, además, quiere verificar el estado del vehículo”.
Aspectos a mejorar por parte de los concesionarios
Por otro lado, la encuesta señala que los clientes creen que existen ciertas debilidades frecuentes en el proceso de compra online de los concesionarios. Como por ejemplo, tener que examinar contenido irrelevante, fallos en los sitios web y una sensación general de desconfianza en el proceso, con la preocupación de quién sería el responsable si algo saliera mal.
“El desafío es poder ofrecer una experiencia personalizada que combine lo digital y lo físico. Pero haciendo un viaje online cuando la tecnología lo permita”, afirman.
La investigación completa se puede ver aquí .