Las matriculaciones suben por tercer mes consecutivo en la UE, pero el balance del año sigue siendo tibio. El auge eléctrico sostiene el pulso del mercado, aunque la combustión aún se resiste a ceder.
En septiembre de 2025, el mercado europeo de coches nuevos volvió a dar señales de vida. Según los últimos datos publicados por la ACEA, la Unión Europea registró un crecimiento interanual del 10% con 888.672 unidades matriculadas. Fue el tercer mes consecutivo de aumento, el mayor incremento porcentual del año y una bocanada de optimismo para un sector que lleva meses tratando de recuperar el aliento.
Sin embargo, más allá de este repunte puntual, las cifras acumuladas siguen sin despegar: entre enero y septiembre, el crecimiento es de apenas un 0,9% respecto al mismo periodo de 2024. Alemania, Italia y Francia —tres de los cuatro grandes mercados del continente— siguen en negativo en el acumulado del año.
Los motores eléctricos sostienen la remontada
Buena parte del impulso de septiembre se explica por el fuerte crecimiento de los vehículos electrificados, que representan ya casi tres de cada diez coches nuevos vendidos en la UE. En concreto, los vehículos 100% eléctricos (BEV) lograron una cuota de mercado del 18,9% ese mes, tras matricular 167.586 unidades. En lo que va de año, su cuota es del 16,1%, lo que supone un salto de 3 puntos respecto a 2024.
El empuje eléctrico fue especialmente notable en España, donde las ventas de BEV crecieron un 89,6% en lo que va de año, y en Alemania, que lidera el volumen con 383.202 unidades (+38,3%). También destacan Italia (+26,6%) y Polonia, con un crecimiento descomunal del 106,7%, fruto del efecto combinado de incentivos y renovación del parque móvil.
Aun así, desde el sector se alerta de que este crecimiento, aunque significativo, sigue por debajo del ritmo necesario para cumplir con los objetivos de descarbonización. La electrificación avanza, pero no a la velocidad exigida por el calendario climático.
Híbridos enchufables y convencionales: el poder del término medio
Los híbridos enchufables (PHEV) también mostraron un dinamismo notable. Con una cuota del 10,3% en septiembre y 722.914 unidades acumuladas en el año, su crecimiento interanual alcanza el 31,1%. Países como Letonia y Lituania registran aumentos superiores al 150%, aunque sobre volúmenes más reducidos.
Por su parte, los híbridos convencionales —mild y full hybrid— siguen siendo el sistema de propulsión más popular en Europa. En septiembre representaron el 34,7% del mercado. Si se suman todas las tecnologías electrificadas (BEV, PHEV e híbridos), casi el 60% de los coches nuevos vendidos en lo que va de año ya cuentan con algún grado de electrificación.
La combustión pierde fuerza, pero no desaparece
Los motores de gasolina y diésel siguen cediendo terreno, aunque su declive es menos abrupto de lo que algunos anticipaban. En los tres primeros trimestres de 2025, el segmento de gasolina cayó un 18,7%, hasta una cuota del 27,7%. Francia (-32,8%), Alemania (-23,5%) e Italia (-16,6%) lideran las caídas.
El diésel, por su parte, sufrió una bajada del 24,7%, y su presencia en el mercado europeo se sitúa ya en apenas el 9,3%. La suma de gasolina y diésel representa el 37% de las matriculaciones, una cifra que, aunque notablemente inferior a la de años anteriores, se mantiene más estable de lo que muchos desearían.
Esta resistencia de la combustión interna plantea dudas sobre la velocidad real de la transición energética. Aunque los eléctricos avanzan, el paso definitivo hacia los vehículos de cero emisiones (VZE) sigue topándose con barreras: precio, infraestructura, oferta y, sobre todo, la inercia del mercado.
¿Rebote o recuperación?
El último trimestre del año será decisivo. Tres meses de crecimiento son una buena señal, pero aún no hay garantías de que estemos ante una tendencia consolidada. El sector del automóvil europeo camina en equilibrio: entre el repunte y el estancamiento, entre la esperanza eléctrica y la herencia fósil.
Lo que sí parece claro es que el cambio ya no es una cuestión de futuro, sino de ritmo. Y que el mercado que logre acompasar sus pasos con las exigencias del presente —rentabilidad, sostenibilidad, accesibilidad— será quien lidere el tránsito hacia una nueva era de movilidad.


