Un estudio global de la consultora EY ha asegurado que esta generación de jóvenes apuesta más por el uso del coche tras la llegada de la COVID-19.
Era evidente que la pandemia iba a transformar muchos hábitos de consumo y tendencias de movilidad muy consolidadas. Poco a poco estamos empezando a conocer cuáles son esos cambios. Uno de ellos, según recoge la consultora EY en uno de sus últimos estudios, es que la generación de los millennials apuesta está más interesada en adquirir un vehículo privado tras el impacto de la COVID-19.
La encuesta, realizada en 9 países, indica que los millennials (de entre 24 y 39 años) están revirtiendo todas sus suposiciones sobre el vehículo privado. El coronavirus ha hecho que el transporte público sea una perspectiva poco atractiva para ellos, con su requerimiento de mascarillas y la inevitable proximidad a otros desconocidos. Por ello, el coche privado es ahora un codiciado objeto de deseo para ir al trabajo o moverse por la ciudad.
El hallazgo principal del informe fue que casi un tercio de las personas sin automóvil tienen la intención de comprar uno en los próximos seis meses, y el 45% de ellos serán millennials. Indican que habrá un auge mundial en la compra de vehículos en los próximos meses, sobre todo debido a la demanda reprimida.
Otro dato interesante es sobre el tipo de combustión que elegirían. Los millennials no solo expresan su deseo de comprar automóviles sino que únicamente el 6% de los que no tienen coche quieren uno eléctrico. El 71% quiere uno impulsado por gasolina o diésel.
Los millennials liderarán la movilidad del futuro
Según el índice de consumo de movilidad 2020 de EY, se espera que los millennials lideren el auge de la propiedad de automóviles en los próximos 6 meses en todo el mundo. Esta generación representará el 45% de todos los propietarios de automóviles por primera vez.
“La pandemia de COVID-19 está remodelando el mercado. Los millennials ahora lideran el aumento de la propiedad mundial de automóviles. Hubiese sido impensable hace un año, particularmente en términos de compra de coches de propulsión alternativa. La industria debe reconocer que existe un nuevo mercado que no existía hasta hace muy poco ”, explican desde EY.
